
Comienza Una Leyenda de Octubre…
– por Mario Cresibene
Hay una magia en el béisbol. Solo el béisbol puede regalarnos momentos en los que un equipo de Cleveland remonta once carreras para conquistar a los Mariners. Solo el béisbol puede entregar
el rayo de un jonrón de Rajai Davis en la Serie Mundial. Y solo en el béisbol conocemos el dolor de la decepción en Mesa, o el éxtasis de ganar un título de división después de estar 15.5 juegos abajo. En el béisbol, nacen héroes más grandes que la vida—figuras tan legendarias como Babe Ruth y Mickey Mantle… y tan malditas como los Black Sox de 1919.
Solo en el béisbol suspendemos voluntariamente nuestra incredulidad, entregándonos a historias místicas como “Field of Dreams,” donde los fantasmas juegan en un campo de béisbol mágico en los campos de maíz de Iowa; “Angels in the Outfield,” donde ángeles elevan a un equipo condenado a perder para llevarlo al campeonato; o “The Natural,” donde un jonrón que decide el juego envía chispas al romper las luces del estadio. Hay una magia inexplicable que define el juego y nos hace creer en lo imposible. Y solo el béisbol posee la magia necesaria para devolvernos a una leyenda del pasado…
En las orillas del Lago Erie, una mano se eleva sobre el agua, sosteniendo en su puño una espada antigua y mítica. La leyenda decía que un rey regresaría cuando su pueblo más lo necesitara—el rey que fue y será. Pero algunas historias se relatan de distintas maneras. Y, a veces, la tierra y el rey deben cambiar de forma para que la leyenda pueda desarrollarse una vez más.
La poderosa mano de Stephen Vogt desciende y toma la empuñadura de la legendaria espada Excalibur, reclamando su trono legítimo como el renacido Rey Arturo. Rey de La Tierra. Rey de Cleveland: El Rey que Fue y Será, el Rey Vogt. Los nombres de sus campeones también se han transformado: de Sir Lancelot a Sir José Ramírez, de Sir Percival a Sir Steven Kwan, de Sir Galahad a Sir Gavin Williams. Juntos, el Rey Vogt y los Guardianes de la Mesa Redonda se unen para reclamar un premio más raro que el Santo Grial: el Trofeo del Comisionado.
En su sagrada misión, deben conquistar a enemigos que también luchan por alcanzar el máximo honor en el béisbol. Pero su viaje comienza defendiendo su hogar. Primero, el Rey Vogt y los Guardianes de la Mesa Redonda deben demostrar su valía en el Torneo de Comodines: La Batalla del Lago Erie, donde un enemigo familiar ha llegado a las orillas de Cleveland para desafiar el legítimo derecho del Rey Vogt al trono. El deshonroso usurpador, Lord Hinch, invade el dominio del Rey Vogt, trayendo consigo a su ejército encabezado por el Caballero del Norte, Sir Skubal, y el Caballero Negro, Sir Torkelson, quienes buscan derrocar al Rey Vogt y arrebatarle su derecho legítimo.
Y así, antes de que los Guardianes de la Mesa Redonda puedan emprender su sagrada misión, primero deben defender La Tierra y ganar el Torneo de Comodines en La Batalla del Lago Erie. Cada juego contará otro capítulo en la sagrada saga del Rey Vogt y los Guardianes de la Mesa Redonda. Una historia destinada a resonar a través de los siglos, donde cada entrada se convierte en un choque de campeones, cada turno al bate en un duelo de destino, y cada jonrón en un golpe de leyenda. Mientras el sol se pone sobre el Lago Erie y la primera batalla comienza al amanecer, el destino del Rey Vogt y sus Guardianes pende de un hilo. Y así, invito a ti, querido lector, a seguir cada juego para leer el próximo capítulo mientras se desarrolla la saga en esta épica historia donde las leyendas nacen una vez más—El Rey Vogt y los Guardianes de la Mesa Redonda: La Búsqueda del Trofeo del Comisionado.